martes, 30 de junio de 2009

Peligro por contajio

"Pero... ¡será posible! Escribir recoje con jota. Y tú pretendes ser filólogo", le dice la Catedrática de Lengua Española a un joven alumno.
-No se ofenda, señora profesora, es que me estoy ajuanramonizando.

lunes, 29 de junio de 2009

Contra los poetas

Si uno es poeta y al entrar en una librería encuentra un libro con el título de Contra los poetas, no cabe duda de que lo considera una provocación. Bueno, pues éste es el propósito de Witold Gombrowicz: provocar un cambio de actitud entre los poetas. En este libro se recoge una serie de escritos publicados, en diversos medios, en la década de los 50. El autor polaco ataca a la poesía pura, ya que le parece encerrada en un hermetismo caduco y obsoleto, fuera de la realidad contemporánea. Propone, pues, una poética de menor empaque, de tono dialogado y que sea más accesible para los lectores. Acusa a los poetas de vivir en un "mundo cerrado" y de escribir para la virtud del propio arte. Es decir, todo lo contrario de la premisa de Wilde: "el arte por el arte".

Puede que tenga algo de razón Gombrowicz, pero debo darle la razón al irlandés. Es cierto que los poetas viven en una pecera hermética: se agrupan en diferentes estéticas; se reunen en tertulias reducidas; editan modestas revistas en las que se meten unos con otros; y, la mayoría, vive "por" y "para" la creación poética. Pero ¿es acaso la lírica un género de masas? ¿De verdad habría más lectores si no resultara difícil? Me resulta impensable creer que por bajar el tono, cambiar el lenguaje culto por uno más dialogado o común, anteponer los temas cotidianos a la temática culta (historia, mitología, metaliteratura,etc.), de acabar con los metros clásicos y de rebajar el uso de recursos líricos, vayamos a tener una masa incalculable de seguidores. La poesía siempre ha tenido, a lo largo de la historia, un conjunto mínimo de incondicionales. No le podemos pedir a alguien (que no esté educado con una cierta sensibilidad estética) que se ponga a leer poesía sin más. No, señores, desengañémonos. Un poeta nunca venderá millones de libros ni se amontonarán millones de seguidores a velar el cadáver tras su muerte.

No. La poesía siempre formará parte de un grupo reducido: unos pocos chiflados, como el que escribe o el que está leyendo este post.


Witold Gombrowicz, Contra los poetas, trad. de Francisco Ochoa de Michelena, Madrid, Sequitur, 2009.

sábado, 27 de junio de 2009

El precio de los libros

Nunca me he quejado del precio de los libros salvo en contadas ocasiones. A veces, muy raramente, los editores no dominan la relación calidad-precio; me refiero a las ediciones de Poesía. Reconozco que me duele gastar más de 15 € por una novedad; más si el autor es casi un desconocido en el panorama literario. Otra cosa, muy distinta, es que se trate de un autor consagrado (imaginemos un clásico) o de una antología de un determinado movimiento estético. En este caso, el ejemplar bien puede valerlo.

Algo de esto me ocurre con Segundos fuera, el segundo libro de poemas de Guillermo del Pozo. ¿Cómo puede costar un librito, de apenas 50 páginas y encuadernación corrientona, 16 €? Al pobre Guillermo, al que aprecio muchísimo, le han hecho una faena. Su primer libro, Contraterceros, está prácticamente agotado desde hace mucho tiempo. Fue un libro que tuvo una magnífica acogida. Se publicó en Trea después de haber sido finalista del premio Ateneo de Sevilla de Poesía. Contiene versos maravillosos como "Me asomé al precipicio de tus ojos" o "Aún conservo / el portazo que me diste"; imágenes que me encantan. En su tiempo, fue un libro que me gustó mucho; después tuve la suerte de conocer al autor y , desde entonces, sigo con mucho interés su trayectoria. Guillermo fue uno de los primeros poetas que alabó mis versos y eso es difícil de olvidar. Seguramente muchos lectores han tenido reticencias a comprar Segundos fuera por su elevado coste; algo, sin duda, comprensible. Estoy convencido de que se venderían muchos más ejemplares si el precio fuese algo más módico. Es una pena, porque del Pozo se queda sin un montón de lectores y éstos sin un autor interesante. Me parece que las editoriales deben cuidar más a los lectores; especialmente a los de poesía. Ya que somos pocos, no está de menos que nos tengan un poco en cuenta.

Guillermo del Pozo:
- Contraterceros, Gijón, Trea, 2004.
- Segundos fuera, Oviedo, Laria, 2007.

viernes, 26 de junio de 2009

Las verdades de Juan Ramón

Nunca me he sentido atraído por la lírica de Juan Jamón Jiménez, pero, en cambio, sí que me fascina su pensamiento. De igual modo que su producción poética, su material aforístico es voluminoso. Hace un par de años, Andrés Trapiello sacó a la luz una antología de esta vertiente de la obra juanramoniana. De entre los más de 650 aforismos, me quedo con los siguientes:

"Ninguna edición de lujo, nada de príncipes, ni de ediciones de filólogo. Cada libro, sin notas, en la edición más clara y sencilla.
La perfección formal del libro. El libro no es cosa de lujo... Eso es para los que no leen. Material escelente, seriedad y sobriedad".

*

"Los que tienen bibliotecas numerosísimas y presumen de leerlo todo, mienten. Tienen sólo una cultura superficial, de índice, de mariposeo. Con lo que hay que hacer en el día -leer, escribir, correjir, pensar, poner en limpio, estudiar idiomas, visitas a un museo, a un concierto, a una mujer, a un amigo, comer, bañarse, pasear algo, dormir- no hay tiempo para leer sino bien pocos libros".


No hace falta añadir comentarios. Qué razón tenía. Esto sí que son verdades como puños.


Juan Ramón Jiménez, Aforismos, selección y prólogo de Andrés Trapiello, Granada, Comares, col. La veleta, 2007.


jueves, 25 de junio de 2009

Hay libros que merecen una segunda oportunidad

El otro día encontré, en una librería de "viejo", un libro de poemas de Pasternak, editado en la colección "La veleta", de Granada. Era un libro que buscaba desde hace tiempo. Me llevé una gran satisfacción al verlo a causa de su bella factura, además de su buen estado de conservación. Es una edición muy cuidada; encuadernación "rústica" de edición limitada a 500 ejemplares numerados a mano; éste, en concreto, es el número 25. Una buena "joyita" para mis anaqueles.

Una vez en casa, después de colocarlo en un atril (donde coloco los libros que voy a leer durante la semana) y contemplarlo detenidamente, me preguntaba por qué se deshizo su anterior dueño de este -para mí- valioso ejemplar. En la portada, además del precio -nada caro- viene el nombre -supongo- de su anterior dueño: Eduardo. Pues bien, ¿por qué este Eduardo se deshace de un buen libro por unos pocos euros? Es posible que el libro sea heredado y el nuevo propietario no lo estimase; o es posible que el dueño disponga de una inmensa biblioteca y no tenga sitio para más; o necesita dinero debido a la crisis; o ,sencillamente, que le parezca una basura. Por la dignidad del libro, espero que sea este último motivo la causa de su venta. Un libro -y menos uno como éste- no merece pasarse el resto de sus días olvidado en una estantería o, peor aún, guardado dentro de una caja en el trastero. Hay libros que merecen una segunda oportunidad. Por eso es conveniente devolver al libro a su origen, al estante de una librería, para que un nuevo lector le dé el cuidado y la atención que merece.

Boris Pasternak, Poemas, trad. de María Manent y Boyan Marcoff, Granada, Comares, col. La veleta, 1991.

Después de tanto tiempo

a partir de Diego Vasallo

Después de tanto tiempo
me he encontrado
contigo.

Ojos brillando otra vez -son los míos-
que ilumina tu reostro:
hogar de la sonrisa,
madriguera del beso
infinito en el tiempo,
guarida de la luz
que se encierra en tus párpados.

Después de tanto tiempo
me he encontrado
en tus ojos dormidos.

de Fábula de fuentes, 2006.

miércoles, 24 de junio de 2009

Cómo hacer versos

Apenas conocía la obra de Maiakovski, salvo algún que otro poema leído en diversas antologías de la poesía rusa. Así que no dude en leer su Cómo hacer versos; un libro perteneciente a ese género que tanto interés me despierta: "Poética".

El libro se divide en dos partes. En la primera, el autor habla de su "oficio"; interpelando al lector -al que presupone que debe tratarse de un joven poeta- a buscar unos motivos lícitos para la creación estética. Recuerda, en buena medida, a las famosas Cartas a un joven poeta de Rilke. Manifiesta, el ruso, una motivación social a la hora de plantearse la transformación de "individuo" en "poeta". Prescinde de la retórica academicista y de todo lo que conlleva la tradición de los manuales de poética. Vladimir Maiakovski expone la búsqueda de una nueva forma de expresión que habita en el interior del escritor.

En la segunda parte, ejemplifica el proceso creativo con un poema que escribió, como homenaje, a la muerte del poeta ruso Esenin. En el texto, Maiakovski apela a la esencia de los hechos como motivos del resultado lírico. Condena, pues, la palabrería rimada pero sin hondura, las métricas antiguas (anquilosadas en otra era) y, por supuesto, toda poesía retórica y de postín.

En definitiva una obra que se aleja de las "poéticas tradicionales" y se acerca a la esencia del acto poético.

Vladimir Maiakovski, Cómo hacer versos, trad. de Ismael Filgueira Bunes, Madrid, Mono azul editora, 2009.

Nuestra poesía en el tiempo (Una antología)


Ayer, a las 19.30 horas, tuvo lugar, en la librería Cervantes, la presentación del libro Nuestra poesía en el tiempo (Una antología), de Antonio Colinas. Al acto acudieron, como suele ser costumbre, pocos pero reconocidos rostros. Figuraban por la librería ovetense buena parte del jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras: Olvido García Valdés, Berta Piñán, Rosa Navarro, Jacobo Fitz-James Stuart (conde de Siruela), etc; además de escritores locales como Xuan Bello y Javier Almuzara.

José Luis García Martín, como viene siendo habitual, fue el encargado de la presentación. Colinas indicó los criterios de selección y matizó los pormenores que conlleva la realización de tal volumen; no olvidemos que la antología consta de 600 páginas, en las que discurre la historia de la poesía en lengua castellana. Siempre resulta fácil echar en falta algún autor en una antología, como bien indicó Martín, cosa que ocurre en todas las selecciones, y en este volumen pasa lo mismo. De todas formas, esta muestra de poesía en castellano es la antología personal de Antonio Colinas. Yo tengo la mía y cualquier lector tendrá la suya, pero esto no resta valor al buen trabajo de Colinas.

Nuestra poesía en el tiempo(Una antología), selección y prólogo de Antonio Colinas, Madrid, Siruela, 2009.

martes, 23 de junio de 2009

La medida de un hombre

Lo bueno que tienen algunos autores es la devoción que muestran por sus maestros. De Juan Luis Panero se pueden decir muchas cosas, pero el respeto que guarda a sus ídolos literarios es incuestionable. A través de su lectura, he conocido a Scott Fitgerald, Pavese, Rulfo, Cavafis, Cernuda y,ahora, a Joan Vinyoli. De La medida de un hombre esperaba lo propio de un maestro de Panero: una poesía de intención metafísica, de raíz simbolista, propensa a la elegía, y con un tono que roza lo áspero. No me ha defraudado en absoluto, sino todo lo contrario, ya que ha colmado, con creces, mis expectativas. Los primeros versos del libro son un buen ejemplo de lo que busco en un poema: Faltan cipreses cerca de la tumba/ de mi amigo, laureles en su frente...
A lo largo de esta antología, el poeta va ahondando en su decir, mostrándonos todas sus preocupaciones existenciales y exhiviendo una voz desalentada con el paso de los años. Destacaré el poema "Vendrá la muerte" del libro De dominio mágico, en el que se palpa esa desazón de la voz lírica:

Vendrá la muerte y los ojos me arrancará:
ver entonces otro firmamento.
La finitud es un barco varado,
la hortaliza que como no tiene gusanos,
el silencio que impregna de clarores.
La muerte es puramente un cambio más.

En definitiva, una obra que ayuda a enterderse a uno mismo y de la que no deja idiferente tras su lectura.

Joan Vinyoli, La medida de un hombre, (ed. bilingüe), trad. de Lourdes Güel y Frernando Valls, Madrid, Cátedra, 1990.

10 años de poesía

Después de mucho tiempo, al fin me hago con La generación del 99, fantástica antología, de poesía española contemporánea, realizada por José Luis García Martín. Han sido muchas las veces que he sacado este libro de la biblioteca "Ramón Pérez de Ayala", para adentrarme en una de las generaciones poéticas más interesantes. Lo curioso es que estos días sale a la luz otra antología de García Martín: Por partida doble. Poesía asturiana actual. En este volumen, Martín recoge a diez poetas asturianos, de los cuales, tres de ellos figuran en La generación del 99: Pelayo Fueyo, Javier Almuzara y Martín López-Vega. Poetas ya consolidados, no sólo en el panorama regional sino que forman parte del ámbito nacional. Los tres poetas han publicado en las mejores editoriales del país: Visor, Hiperión, Pre-textos, Renacimiento y DVD; afianzando a la poesía asturiana como una de las más interesantes y destacadas de los círculos nacionales. No se equivocó García Martín en su momento.

Cabe destacar, de las dos antologías, el paso del tiempo que se muestra en los retratos de los autores. Un Almuzara jovenzuelo, con unas gafas que habrán pasado a mejor vida y de las cuales el autor seguro que no quiere acordarse, se tranforma en poeta hecho y derecho luciendo sombrero. De Pelayo Fueyo no se puede decir lo mismo. Un Pelayo que parece haber hecho un pacto con el diablo, ya que los años no pasan por su rostro. De enigmática mirada, Fueyo se nos muestra pegado a su compañero infatigable: su cigarrillo.


Bueno, un librito más para mis "Anaqueles polvorientos". Uno de esos que no se pueden dejar escapar.

Pausa

He fumado las hojas de los libros
saboreando el humo
que dejan las palabras.

Calada tras calada,
me he perdido en los sueños imposibles
que cobijamos en lo más profundo
de nuestra libertad.

Publicado en Hesperya, 5, (2007).