jueves, 29 de diciembre de 2011

GATOS SIN DUEÑO: Lorenzo Oliván presenta a José Luis García Martín


El pasado martes, 27 de diciembre, tuvo lugar la presentación del reciente libro de José Luis García Martín Arena y nada (La Grúa de Piedra), en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander. Les dejo con el texto que el poeta Lorenzo Oliván leyó a modo de presentación.

                                 Foto (Se Quintana) Diario Montañés

GATOS SIN DUEÑO

Hoy tengo el gusto de poder presentar en mi tierra (no es la primera vez que lo hago, pues también presenté hace años en el Aula de Letras su libro de poemas Al doblar la esquina) a un amigo que me acogió con mucha generosidad  en la suya durante siete años, en mi etapa de universitario.
            Así que he decidido hablarles de él primero desde una mirada entrañable, como si dijéramos con las gafas de la sola amistad,  y luego desde una mirada más neutra, con las gafas del crítico.



            CON LAS GAFAS DE LA SOLA AMISTAD

            Lo primero que tengo que decir es que José Luis García Martín resulta un amigo puñetero, picajoso, punzante, fustigador, enredador, liante, discutidor hasta el más puro delirio, un amigo en definitiva que te obliga a estar con la espada de la inteligencia y del ingenio desenvainada, siempre dispuesta al abordaje, si no quieres dejarte arrancar la piel a tiras, ser colgado del palo mayor o arrojado a los tiburones. Seguro que mis neuronas, en buena parte por él, se volvieron menos acomodaticias desde que lo conocí allá por 1987 (hace ya casi 25 años, qué vértigo),  y que tienen que agradecerle  el arte sutil de la conversación que le saca punta a todo,  esa conversación en la que uno jamás puede bajar la guardia, en la que se busca  la chispa, y la explosión de los argumentos enfrentados, por el bien de la intensidad, y por el bien, en expresión literaria, del ruido y la furia que no cesan y que hacen que la fiesta no decaiga jamás.
            Él ha contado muchas veces, y también lo cuenta en el prólogo del libro que presentamos hoy, el deslumbramiento que le produjo cuando tenía 14 años su visita a la primera biblioteca, que suponemos la del número 3 de la calle Jovellanos en Avilés. Sin ese descubrimiento no se entiende al Martín devorador de libros, y al Martín que los reinventaba y cambiaba en su cabeza porque sólo le dejaban sacarlos de uno en uno, y  porque existían los fines de semana y las vacaciones. Imagínense ese deslumbramiento de un adolescente y ahora imagínense a jóvenes de 18 y 19 años, con sus primeras y pedestres lecturas poéticas, a los que alguien como García Martín abre de par en par su biblioteca personal, repleta de la más variada poesía extranjera y española. Mis amigos y yo, poetas como José Luis Piquero, Pelayo Fueyo, Xuan Bello, Silvia Ugidos, Javier Almuzara y tantos otros, tuvimos a nuestro alcance, a esa edad crucial, una casa llena hasta los topes de poesía de todos los tiempos y lugares para hacer las delicias de cualquier paladar. Hay que decir al respecto, en contra de la imagen de dogmático que tienen de él algunos, que García Martín, al pedirle consejo sobre lecturas posibles, siempre nos recetaba, según el estilo o poética que viese en cada uno de nosotros, autores distintos, con los que pudiésemos sintonizar. Y en las celebraciones era asimismo el amigo que conoce bien tus gustos y elige el regalo mejor, la lectura que sabía que te tocaría más fibras sensibles.
            En aquella época, este temido crítico tenía asignada una página entera en el suplemento cultural del periódico principal de Asturias, La Nueva España. A menudo yo cambiaba las clases de los viernes en la Facultad de Filología por la lectura, en cualquier café de Oviedo, de esos apasionantes artículos. Y si había discrepancias o emocionada coincidencia de pareceres o dudas que se me habían creado, me acercaba a tomarme con él el segundo café de la mañana, éste bien conversado, en Los Porches. En la Facultad jamás me hablaron de Rilke, de Keats, de Kavafis, de Auden, de Eliot, de Larkin, de Eugenio de Andrade, de Pessoa (bueno, sí, una analfabeta que por no saber no sabía que Alberto Caeiro era un heterónimo). No digamos ya nada de escritores y poetas últimos. Sin embargo, por paradojas de la vida la Universidad ovetense malgastaba por entonces  la sabiduría de  García Martín teniéndole enseñando fonética o no sé qué otra rama de la lingüística en la Escuela de Magisterio.

            Supongo que él se vengaba  dando clases magistrales en las tertulias Oliver y San Remo, donde el que aquí les habla aprendió más de poesía que en todas las asignaturas y en todos los cursos de doctorado universitarios.
            La crítica suele estar empeñada en sumarle estatura a quien hace tiempo que ya no crece más y en restársela  a quien sí que está en edad de crecimiento. En ese contexto habitual, García Martín, muy juanramonianamente, siempre ha alentado a los jóvenes, ha puesto peros a los mayores, y ha enterrado a alguna que otra momia de olor rancio que, según otros, salía de su tumba en olor de multitudes. Donde el crítico corriente nunca se moja, él acostumbra a soltar un fresquísimo y sano chaparrón. A veces se le descubre contando sólo una media verdad, pero como contrapartida muchas veces es el único que se atreve a contar verdad y media.
            Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que opina, con algunas de sus valoraciones del hecho poético o con su canon personal. Así y todo no creo que haya nadie que le pueda discutir su profundo conocimiento de la poesía, en especial de la de los últimos 111 años, por utilizar una cifra redonda, es decir, de la de todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI.
            “Era duro estar solo, pero mucho más aún sentir vergüenza de estar solo”, dice en uno de sus poemas. Pese a tanta tertulia y tanta charla, pese a tanta crítica atrevida y demoledora, estamos ante un gran solitario y un gran tímido. De ahí su necesidad de fabricarse una segunda piel, una coraza; de ahí su pasión por Pessoa y los juegos de apócrifos. Cuando dirigía la revista Jugar con fuego más de uno felicitó a Ángel González o a Francisco Brines por poemas supuestamente de ellos que había escrito el propio García Martín.
            Hay un Martín chispeante, puñetero, sabio, sagaz, analítico, que es el que lleva brillantes gafas de miope y es el que mira hacia fuera. Pero a veces en la tertulia se quitaba las gafas un momento y con ellas un pedazo de máscara, y asomaba el rostro cansado, frágil, sensitivo, interrogante, angustiado del solitario que es. El que asoma en su mejor poesía, en títulos para mí indispensables como Treinta monedas o el citado Al doblar la esquina, esa poesía llena de monólogos dramáticos, esa voz llena  voces que nos hablan en silencio cuando uno, alejado del cliché en que nos encasilla un rol social, encerrado consigo mismo sólo puede hacer tertulia con su legión de fantasmas.
           


CON LAS GAFAS DEL CRÍTICO

            García Martín nos da el dato en la introducción de Arena y nada de que suele hojear al menos 5 libros al día, de los que acostumbra a leer uno en profundidad. Si multiplican esa cifra por 365 días y por, pongamos, 45 años la cifra que se obtiene es la de 82.125, libros de los que este lector voraz habla con algún mínimo conocimiento de causa o con muchísimo conocimiento de causa. Pero es que estamos ante un autor que ha practicado todos los géneros y que lleva más de medio centenar de títulos publicados entre poesía, ensayos, diarios, narrativa, teatro o traducciones. Sólo en este año 2011 han aparecido el conjunto de relatos Las noches de verano, la antología poética La aventura, el diario Para entregar en mano, Lecturas y lugares (entre el diario y el artículo literario) y el libro de versiones que hoy presentamos.
            No resulta de extrañar que una de las sombras tutelares de este escritor sea Borges, no sólo por su erudición, sino por la mezcla que se da en el maestro argentino de una erudición de verdad y de mentira.
            En su primera gran recopilación de versiones y traducciones, La Biblioteca de Alejandría, decía haberse inspirado en títulos harto significativos. Quédense con ellos : Versiones y diversiones de Octavio Paz o Aproximaciones de José Emilio Pacheco. Yo añadiría, aunque allí no se menciona, el de su amado amigo Víctor Botas, Segunda mano, en el que Botas arremetía contra los traductores fieles diciendo que la fidelidad en este terreno de la traducción suele denotar una clara impotencia.  En la misma dirección, García Martín afirma: “Los libros son material perecedero que necesita renovarse cada día. En materia de lectura no tengo nada de amante fiel, sino más bien de promiscuo don Juan” y se define como “sultán libidinoso que no se conforma con su nutrido harén”.
            Estamos ante una especie de gran caníbal de la poesía, que cree que cada lector ha de hacer de ella carne de su carne, en un acto desaforado de amor, que da riqueza al propio hecho poético.

            Por si alguno no se ha dado cuenta a estas alturas el escritor que hoy tenemos aquí es un tipo con carácter al que le gusta tener en todo la última palabra, y que ha hallado en este terreno de la traducción un campo perfecto para poner sus puntos sobre sus íes y para enmendarle la plana al más pintado. Si ya le he retratado antes inventándose poemas de Ángel González o de Brines, ¿cómo no va a inventarse poemas de autores lejanos en el espacio o el tiempo o incluso por qué no va a inventarse a los autores mismos? Sabemos por ejemplo que Yakamochi, al que aquí se le atribuye un poema titulado “Dentro y fuera”, fue un poeta japonés del siglo VIII, uno de los compiladores de la primera antología poética en la historia japonesa,  en la que él  transcribió, reescribió y rediseñó un número desconocido de antiguos poemas. García Martín no sólo reescribe y rediseña sino que va mucho más lejos. Para comprobar la labor de reescritura basta con comparar por ejemplo el poema dedicado por Antonio Beccadelli a una prostituta y el que nos encontramos en “Arena y nada”, con cambios, cortes importantes y modificación radical de la estructura originaria buscando un final más contundente. Pero aparte uno se pregunta si junto al Yakamochi real existieron o no Kon Myógum, Tu Chi Nang y tantos otros, o García Martín está jugando a engañarnos como a chinos. ¿Hemos de creer que en la Ville de Menton encontró un borrador inédito  de Jean Cocteau  que traduce coplas populares escuchadas durante sus estancias en Andalucía o estamos ante legítimos juegos de espejos que ya utilizaron en nuestra propia literatura Fernando de Rojas o Cervantes? Cada cual que haga sus apuestas, pero para despejar la incógnita deberían tener en cuenta que a este autor le apasionan las fantasmagorías y que por estas páginas cruza el fantasma de un tal Alvaro Fueyo que recuerda al poeta de carne y hueso Pelayo Fueyo, y aparecen unos supuestos poemas de Benito Soto, el pirata de Pontevedra, que el traductor duda que sean de Benito Soto y que atribuye más bien a  Alvaro Cunqueiro. “A veces traduzco la clase de poemas que nunca me atrevería a escribir”, dejó dicho en La Biblioteca de Alejandría. Y como una gran mascarada podría verse este conjunto, pero , ojo, recordando que la impunidad de las máscaras saca a la luz a menudo una personalidad encubierta. ¿Cuánto de dolorosa confesión martiniana puede haber por ejemplo en estos tres versos atribuidos a Cocteau? : Qué triste / tener siempre razón / y equivocarme en todo”

            Aparte de como gran amante caníbal de la literatura, García Martín se retrata también como un adicto a los amigos y un adicto a los viajes. “Estas vagas antologías temáticas se leyeron en una reunión de amigos que lleva celebrándose puntualmente cada viernes, desde hace más de treinta años”, nos advierte. Teniendo en cuenta que son diez las secciones, la estructura recuerda vagamente el Decamerón, con sus diez jornadas, aunque aquí no cuadren a diez composiciones por cada una. En esas reuniones para dejarse ser en amistad, como decía Gil de Biedma, la peste de la que se huye es de la soledad, porque, contradiciendo a Pessoa, la literatura para este poeta, como se nos indica en una de esas diez partes,  siempre ha sido su manera de no estar solo.  Los viajes, como digo, y el ensalmo de los nombres constituyes otras presencias reales e importantes en el libro. Aquí pasamos del cementerio lisboeta “Prazeres” a “Charing Cross Roud”, haciendo escala en Mondoñedo o una villa francesa. Por ahí asoma mucho el escritor de diarios que habita el Hotel "Universo".
            En definitiva, he aquí un libro tan ancho como el mundo y que abarca miles de años porque quien lo ha escrito sabe que el hombre, en las culturas más distantes, no varía en lo esencial. (Jardines de bolsillo. 3000 años de poesía tituló García Martín su anterior recopilación de versiones).  Un libro cuyo fin es convocar sombras (a menudo tramposas, a menudo chinescas) que lo que resaltan es el perfil, las obsesiones, las predilecciones de quien las saca a la luz.
Un fragmento de “Pabellón chinés” atribuido a Kenneth Rexroth, habla de “Gatos caseros, gatos vagabundos, todos gatos sin dueño”. Eso son todos los  poemas del mundo para este autor: gatos sin dueño, que él hace suyos  convertido en el rey de los gatos, en un gato sabio, experto, de  mirada penetrante y, sobre todo, en un gato  con muchas, muchísimas ganas de liar la madeja.
En el mundo de la literatura, ¿quién puede querer liebres pudiendo tener gatos? Dejen que este libro de versiones y diversiones les dé gato por liebre, aunque sólo sea porque los gatos resultan infinitamente más misteriosos. Jueguen con el fuego que hay en estas páginas. Jueguen con el juego mismo y díganme luego si el gasto (y el gato) de comprar y leer Arena y nada no ha merecido la pena.                                                                                                                                 
  LORENZO OLIVÁN. Santander. 27 de diciembre de 2011


José Luis García Martín, Arena y nada, Santander, La Grúa de Piedra, 2011.
Ver la noticia en El Diario Montañés

miércoles, 28 de diciembre de 2011

QUIETUD, de Sergio Fernández Salvador

Pocos poetas se presentan, en un primer libro, con la lección bien aprendida. Normalmente, la ópera prima, está llena de titubeos, deslices e indecisiones varias, pero este no es el caso de Sergio Fernández Salvador. En su Quietud (La Isla de Siltolá, 2011) aflora un poeta verdadero; con algún ligero tropiezo (léxico rebuscado y excesivamente retórico, para mi gusto), pero con paso firme y la vista puesta en el buen camino. Tal vez lo anecdótico de su nota biográfica (la que sólo nos dice su fecha de nacimiento y que se trata de su primer libro) favorezca esta formación de poeta que ha esperado el tiempo de maduración oportuno para dar a conocer su obra; muy alejado del impulso de publicar lo primero que se escribe, algo propio de los poetas jóvenes. No pretende Sergio Fernández Salvador ser un poeta novedoso y rompedor, si no, más bien, tradicional y muy apegado a su tierra leonesa. Nos regala buenos poemas como "Nocturno", "Larus Michaellis", "Nighthawks", "Per se", "Moneda última"... Y este "Vidas de las bolsas" al que le he cogido mucho gusto.




VIDAS DE LAS BOLSAS

Aquí en el vertedero donde juntas yacemos,
y de qué triste modo, con nostalgia pensamos
en nuestra breve historia.
                                      Nos diseñan,
nos prensan, nos estampan una marca
a la que nos debemos.
Y no es tan mala vida en un principio
la del supermercado o el videoclub,
en la espera anhelante de servir
con humildad a aquel que nos creó. Lo malo
comienza al consumarse aquel uso primero:
al imperio sujetas de la mano del hombre,
cuál de nosotras no sufrió en su día
desechos, maloliente calzado, ropa sucia,
por no hablar de otros trances
no menos humillantes y penosos.
                                                 Prolijo
sería detallar nuestra dispar llegada
a la desolación de este recinto,
hechas jirones, fétidas, ya tan solo alentadas
por la visión de aquellas compañeras
que supieron burlar a su destino
e ignorando fronteras, tiempo y mapas,
se elevan al azar con libertad de alondra.

Soberbia estirpe humana.
Nunca comprenderán
que alienta vida hasta en lo más pequeño.

Sergio Fernández Salvador, Quietud, Sevilla, La Isla de Siltolá, 2011.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Presentación de ARENA Y NADA, de José Luis García Martín


El próximo miércoles, 21 de diciembre a las 19:00 horas, en el Club de Prensa de La Nueva España (Oviedo), tendrá lugar la presentación del libro Arena y nada (La Grúa de Piedra), de José Luis García Martín. Además de contar con la presencia del autor, intervendrán Josefina Martínez Álvarez (directora de la Cátedra Emilio Alarcos) y Luis Alberto Salcines (editor y director de La Grúa de Piedra).

viernes, 16 de diciembre de 2011

Antología personal, de José Cereijo



Ayer recibí el último libro de José Cereijo, Antología personal (Polibea, 2011), con lo que mis anaqueles albergan su obra completa hasta la fecha. Debo darle las gracias a José por semejante regalo. Siempre es gratificante  volver a su lectura y más, si cabe, al tratarse de una selección propia (y muy acertada) de su obra. Reúne, pues, textos de todos sus libros: Límites (colección Melibea, 1994), Las trampas del tiempo (Hiperión, 1999), La amistad sileciosa de la luna (Pre-Textos, 2003), Apariencias (Renacimiento, 2005) y Música para sueños (Pre-Textos, 2007). Precisas e inteligentes son las palabras con las que nos lo presenta Enrique García-Máiquez en el prólogo y también en sus Rayos y truenos.
Por desgracia esta inmejorable Antología personal no se distribuirá en librerías. Les dejo el enlace de la editorial por si alguien, seguro que muchos, quiere adquirir esta joya: Editorial Polibea (Pedidos)

sábado, 3 de diciembre de 2011

domingo, 27 de noviembre de 2011

Presentación de LAS NOCHES DE VERANO II



Para los que no estuvieron en la puesta de largo de Las noches de verano (La Isla de Siltolá, 2011) de José Luis García Martín, el pasado jueves en La casa del Libro de Sevilla, les dejo las palabras de la presentación de José Luis Piquero.

Presentación de Las noches de verano

Hace unos 80 años, varios escritores e intelectuales vinculados a Oxford empezaron a reunirse regularmente para hablar de literatura y contarse historias. Entre ellos figuraban C. S. Lewis, J. R. R. Tolkien, Owen Barfield o Charles Williams. Se dieron a sí mismos el nombre de Inklings, que significa indicios, presentimientos. La editorial Isla de Siltolá ha querido recuperar ese espíritu de intercambio, de discusión y de camaradería literaria con una colección de libros y el encuentro entre autores y lectores. Esta tarde presentamos la segunda entrega de esa colección, Las noches de verano, una colección de relatos a cargo de José Luis García Martín, poeta, crítico literario, narrador, columnista, polemista incansable, factor de nuevos creadores. Y muchas cosas más.
            Empezaré con una petición: créanse todas las historias que aparecen en Las noches de verano. Y eso porque toda mentira fictiva tiene algo de verdad, igual que en toda verdad hay mucho de ficción. Si A sangre fría es una novela real, no menos lo es Lolita. En la magia de la literatura todo es cierto.
            Dicho esto, y como hace el propio autor en su prólogo, les invito a participar en las tertulias de estas noches de verano, para hablar en medio de la oscuridad (se ha ido la luz) con una cerveza delante y una historia que contar. El conde de Brezoán les invita a su pazo, desde el que parten caminos invisibles que llevan a Venecia, a Lisboa o a Coney Island. Por aquí desfilan las figuras fantasmales de Pessoa, de Aleister Crowley o de Vicente Blasco Ibáñez, como si la muerte hubiese sido abolida, y se oye a Philippe Jaroussky cantando “L’heure exquise” o la voz de alguien que musita unos versos de Omar Jayyam: “Disfruta del momento: sólo dura un momento”.
            Porque este libro trata justamente de eso, de unos nuevos Inklings que se reunen una noche cualquiera para invocar fantasmas. ¿Que es un fantasma? Como escribió Joyce en el Ulises, “alguien que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres”. Y qué es la literatura sino una sesión de espiritismo, una llamada a la reencarnación de aquellos que han muerto o se han ausentado. Como los jóvenes nobles del Decamerón o los peregrinos de Canterbury, los Inklings de Las noches de verano se encierran para hacer literatura conversacional y espantar la soledad. Y sus historias abren inesperados laberintos y dan lugar a nuevas historias, como una muñeca rusa que se reproduce sin parar. Novelas dentro de novelas, mentiras y verdades. Literatura.
            Gracias a esa magia, asistimos a una gran fiesta en un palacete veneciano, junto a Paul Morand, el Agha Khan, Jean Cocteau o Lady Churchill; nos paseamos por el gran despacho de Benito Mussolini, que al fondo de la estancia, ajeno a nuestra presencia, permanece enfrascado en sus papeles; o nos refugiamos en una quinta de las afueras de Lisboa, huyendo de una guerra cercana, protegidos por un talismán, una piedra azul que también representa la literatura, la salvación, la evasión de una realidad menos acogedora que la realidad fictiva. Todo eso y mucho más es lo que encontrará el lector en Las noches de verano. Una tertulia de amigos a la que todo el mundo está invitado.
            Unas palabras sobre su autor y sobre mí mismo. Hace más de veinticinco años me recibió en su casa y tuvo a bien leer mis primeros esbozos poéticos. Desde entonces, su magisterio y su amistad, nada complacientes sino exigentes y rigurosos, no han cesado y puedo afirmar que mi dedicación a la literatura se la debo a él. Así que es un honor acompañarle hoy en Sevilla y, por una vez, darle yo la palabra, pues ese es justamente el regalo que él me entregó y nos entrega en cada nuevo libro: la palabra. Gracias por todo, Martín.

José Luis Piquero
Sevilla, 23 de noviembre de 2011 

martes, 22 de noviembre de 2011

Presentación de LAS NOCHES DE VERANO


Este jueves en la Casa del Libro de Sevilla, José Luis García Martín presentará su último libro, Las noches de verano, perteneciente a la colección "Inklings" de Ediciones La Isla de Siltolá. Colección que trata de rescatar el espíritu de la tertulia Inklings, formada por escritores y académicos vinculados a la Universidad de Oxford entre los años 30 y 60 del pasado siglo. En estas reuniones cada miembro debía leer en voz alta composiciones inéditas, normalmente poemas o relatos breves, que eran criticadas inmediatamente por los contertulios. La editorial La Isla de Siltolá (posiblemente la que hoy en día más volúmenes de poesía publica) no solo ha rescatado el término, también el alma. Los libros de esta colección serán presentados en un acto público y posteriormente leídos ante un círculo cerrado de invitados.
Por desgracia, creo que me perderé el inteligente debate entre García Martín y José Luis Piquero, que hará de maestro de ceremonias.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Entrega de los Premios del I Concurso Literario Universidad de Oviedo


El Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Cultura y Deportes tiene el gusto de informarle de que mañana, día 18 de noviembre, a las 12 horas en La Tienda Universitaria (Edificio Histórico, C/ San Francisco, 1. Oviedo), tendrá lugar el acto de entrega de los Premios del "I Concurso Literario Universidad de Oviedo" a Diego Llorente por su obra Balas, Premio de Relato Corto, y a José Luis Sevillano por su obra La victoria en la derrota, Premio de Poesía.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Entrevista a Pelayo Fueyo en La Voz de Asturias

 Pelayo Fueyo, en un parque gijonés. Armando Álvarez.

Les enlazo con la entrevista a Pelayo Fueyo que aparece en la edición digital de La Voz de Asturias

jueves, 3 de noviembre de 2011

PODEROSA ESTIRPE. Exposición de Jorge Cecchini

Mañana, 4 de noviembre, en la sala de exposiciones del hotel Meliá de la Reconquista de Oviedo, se inaugura la exposición de esculturas en cerámica del artista Jorge Cecchini, titulada "Poderosa estirpe" (del 4 al 27 de noviembre).



Luis Cruz ofrece en el catálogo de esta exposición, organizada por la Galería Ángulo, un acercamiento a la obra del artista:

La Construcción del Mito

Desde la blanca majestad de sus tronos la real pareja observa imperturbable en el tosco refinamiento de su primitivismo eterno. Provenientes de un tiempo legendario, llegadas de remotos territorios, regidas por crueles taliones, las esculturas de Jorge Cecchini nos confrontan crudamente con la emocionalidad más primaria, con las pasiones arraigadas en lo más profundo del inconsciente del género humano. Cumbre de una estirpe de heróicos guerreros ciclópeos que los escoltan, señores de vastos dominios en una bullente tierra aún en formación, avezados en una precaria supervivencia caníbal, estos reyes constituyen la encarnación pétrea de una mitología personalísima fundada en los sentimientos primigenios del hombre.

Curioso de las relaciones de poder, el artista recorre las representaciones de la autoridad en sus atributos simbólicos más visibles. Los relatos que protagonizan estas figuras conforman el corpus narrativo que sustenta el mundo del creador, donde se manifiestan sus preocupaciones íntimas: el orden sucesorio de las dinastías familiares; la insumisión frente al sometimiento y la lucha prolongada hasta la liberación. Héroes sacrificados, juicios y condenas a los vencidos, torturas sufridas con una entereza que sólo se agota con la muerte, doncellas castigadas por concebir hijos de sus enemigos y ocasionar el exterminio de su propio linaje. Mitos extraídos de diferentes tradiciones, tamizados por la estética del sufrimiento, toman forma en el universo del escultor y son base de las historias que viven sus personajes.

Jorge Cecchini, de ferviente vocación temprana estimulada por algunos miembros de su entorno familiar, se forma a sí mismo libremente, al margen de corrientes estéticas y de escuelas artísticas, aparte de las enseñanzas regladas. Las obras que ahora conocemos son producto de su búsqueda durante el último lustro, período extenso en el que encuentra su expresión propia y su mirada particular. Años de investigación con el material refractario hasta conseguir texturas y resistencias satisfactorias. Años de trabajo con color y esmaltes a altas temperaturas hasta lograr acabados terrosos en mate o brillos metálicos de bronce, fructifican en las piezas elegidas de entre sus numerosas creaciones de esta última etapa.

Su plástica bebe simultáneamente de distintas fuentes antiguas y modernísimas. Desde el arcaismo cicládico, el primitivismo austral, el expresivismo africano y los diferentes expresionismos medievales hasta el Expresionismo pictórico del s.XX y la Abstracción Orgánica británica que hace fluidas las figuras humanas y las descompone en sus volumenes básicos. Influenciado por el “barbarismo neoclásico” del maestro Anthony Caro, nuestro escultor se adentra en la exploración de la figura exenta dando rienda suelta al brutalismo volumétrico de los cuerpos en la fusión de los mismos con elementos de soporte y objetos simbólicos de estatus (personajes , tronos, coronas, armas, bastones de mando, etc.)

Lo aquí expuesto incluye placas horizontales que reproducen escenas de grupo. Acabados bruñidos en grises contrastan con variados colores primarios que recorren los abruptos fondos como ríos de lava; uso del colorido con una carga simbólica que alude a las experiencias vividas por los protagonistas de las mismas. Figuras de formas orgánicas y rugosidad parduzca, criaturas que evocan animales pertenecientes a una fauna desconocida. El autor, al hablar de sus propias esculturas se refiere a ellas como “reyes, mujeres, guerreros, vírgenes, cristos”… denominaciones llenas de sentido cuando son incorporadas por estas creaciones. Las deformidades de los miembros y su coloración, el gigantismo de las extremidades, especialmente pies y enormes manos como garras, expresan las emociones que las poseen y las sensaciones que las invaden: dolor, recogimiento , tranquilidad, superioridad, etc. Estos seres gritan desesperados, aúllan ante el sufrimiento que padecen, se debaten alzando sus cabezas retorcidas, escrutan implacables y juzgan despiadados.

Las piezas de mayor formato, en esmaltado brillante y colores verdes, tríada de estados anímicos femeninos, se repliegan sobre sí mismas o giran elevándose altivas sobre su eje; componen una serie breve que contrasta con las cavidades de enormes ojos vacíos y pequeño tamaño, siempre tres, que contemplan una maternidad heróica. Finalmente las “cabezas”, obras últimas, guerreros cubiertos con celadas empenachadas de colores vibrantes, pesan como vestigios geológicos de ejércitos arrasados.

Los mitos de Jorge Cecchini contienen una fuerza psicoanalítica que conmina al espectador a sumergirse en su propia interioridad para sentir las pulsiones que agitan al hombre y mediatizan sus acciones.

LUIS CRUZ

Presentación de EL CIELO DE LAS COSAS, de Pelayo Fueyo




Hoy jueves, 3 de noviembre, a las 19:00 horas, en el Club de Prensa de La Nueva España, se presenta el último libro de Pelayo Fueyo, El cielo de las cosas (Krk, col. Mala Letra), posiblemente -como bien dice José Luis Piquero- el mejor poeta asturiano del momento. Intervendrán, además del autor, Miguel Alarcos, profesor de la Universidad de Oviedo; Álvaro Ruiz de la Peña, miembro del Consejo editorial de la colección de poesía "Mala Letra", y César Inclán, de Krk Ediciones.

martes, 1 de noviembre de 2011

TENGO UNA CITA CON LA MUERTE



Bajo el título Tengo una cita con la muerte se recoge una selección de poemas de autores muertos en la I Guerra Mundial. Los antólogos Borja Aguiló y Ben Clark, a quienes debemos este magnífico trabajo, han confeccionado este libro a partir de Up the Line to Death. The war Poets 1914-1918 (Methuen Publishing Ltd, 1964), recopilando a veintidós poetas que, además de compartir trinchera, acudieron a una cita temprana (prácticamente todos ellos murieron antes de cumplir los treinta años) con la muerte. Pero antes tuvieron la delicadeza de dejar escrito el horror de la contienda en unos estremecedores poemas.
Mi admirado Rupert Brooke comparte batallón con los no menos estimables Wilfred Owen, Edward Thomas, Alan Seeger y Leslie Coulson. Algunos de los datos sobre los poetas, que configuran el colofón del volumen,  son escalofriantes:

JEFFERY DAY (1 de diciembre de 1896-27 de febrero de 1915). Aviador. Derribado por seis aviones enemigos, amerizó con éxito, pero no pudo ser rescatado. Murió a los 24 años.

WILLIAM NOEL HODGSON (3 de enero de 1893-1 de julio de 1916). Héroe de la batalla de Loos. Murió el primer día de la batalla del Somme a consecuencia de los disparos de una ametralladora alemana que le perforó el cuello. Tenía 23 años.

WILFRED OWEN (18 de marzo de 1893-4 de noviembre de 1918). Murió durante el cruce del canal Sambre-Oise apenas una semana antes del fin de la guerra. Tenía 25 años.

ALAN SEEGER (22 de junio de 1888-4 de julio de 1916). El autor del poema que le ha dado título a este libro nació en Nueva York y murió en Belloy-en-Santerre, animando a gritos a sus compañeros a seguir avanzando mientras el yacía herido de muerte por los disparos de seis ametralladoras. Tenía 28 años.

CHARLES HAMILTON SORLEY (19 de mayo de 1895-13 de octubre de 1915). Recibió un disparo de un francotirador en la cabeza durante la batalla de Loos. Murió a los 20 años.

Casi cien años después, en esta apacible sobremesa (con una copa de oporto, una buena pipa y el Adagio para cuerdas de Samuel Barber, de fondo), tengo una cita con todos ellos.

sábado, 29 de octubre de 2011

Cristian David López en los Encuentros Poéticos del Antiguo Instituto

El próximo viernes, como todos los primeros viernes de cada mes, día 4 de noviembre a las 20:00 horas, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón, tendrá lugar la velada Encuentros Poéticos, coordinada por Antonio Merayo que esta vez dará la palabra al joven poeta Cristian David López, acompañado por la música de Dani García de la Cuesta. Presentará el acto Catarina Valdés.



sábado, 22 de octubre de 2011

Conferencia de José Luis García Martín en XI Aula de Verano «José Ortega y Gasset».

Interesante vídeo en el que José Luis García Martín a partir del análisis del poema "Browning resuelve ser poeta", de Jorge Luis Borges, realiza toda una declaración poética. 24 de agosto de 2011, en la UIMP: XI Aula de Verano "José Ortega y Gasset".

viernes, 21 de octubre de 2011

Presentación de ESCENAS DE LA VIDA DE ANNIE ERNAUX

El próximo martes, 25 de octubre, a las 12:00 horas, en el salón de grados del Departamento de Filología Anglogermánica y Francesa, tendrá lugar la presentación del nuevo libro de Moisés Mori: Escenas de la vida de Annie Ernaux (Diario de lecturas, 2005-2008) (Krk, 2011). El acto será presentado por Carmen Alfonso García, vicedecana de Estudiantes y Actividades Culturales. Además del autor, participarán Annette Maxime, directora de la Alianza Francesa de Oviedo, y Marie-France Fabre, profesora del mismo centro.

martes, 18 de octubre de 2011

Leonard Cohen en la Universidad de Oviedo

Exposición y recital poético en homenaje a Leonard Cohen


El jueves, 20 de octubre, Leonard Cohen visitará el Campus de Humanidades (El Milán) para inaugurar una exposición sobre su obra gráfica. Bajo el título "Leonard Cohen. La cara B. Dibujos y grabados de un artista multidisciplinar", la muestra, que podrá visitarse hasta el 13 de noviembre, acercará al público una faceta menos conocida de Cohen. La inauguración en el Aulario A del campus se celebrará a las 12:30 horas.





Previamente, a las 11:00 horas, la Universidad de Oviedo, a través del Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Cultura y Deportes y en colaboración con la Fundación Aula de las Metáforas, celebrará un homenaje poético a Leonard Cohen, en el Salón de Actos del Campus de Humanidades. El acto, con el título ‘Viajar a ciegas', tendrá dos protagonistas de lujo; los poetas Niall Binns y Fernando Beltrán, que recitarán poemas de Cohen.

viernes, 14 de octubre de 2011

UN BRINDIS POR LUIS ALBERTO DE CUENCA A LA MANERA DE LUIS ALBERTO DE CUENCA

Siempre en guardia, arrogante caballero del verso,
tu verdad defendiste por fuertes y fronteras.
No temiste a los hombres, no temiste a las fieras,
solo al amor temiste, señor del Universo.

Sin miedo ni esperanza, con el hacha y la rosa,
cuando todos cedían te mantuviste en pie.
Perdiste la esperanza pero nunca la fe
en sirenas y magas, en el texto y su glosa.

En perseguir dragones has pasado la vida
y en poner una tilde y quitar una coma.
Ahora los viejos bárbaros de nuevo acechan Roma

y a la tierna poesía la tienen escondida
la bruja Logomaquia y el ogro Sinsentido.
Pero Tintín ayuda. No todo está perdido.

       de José Luis García Martín
              13.10.2011


Poema de José Luis García Martín leído, a modo de presentación, en la conferencia Collige, virgo, rosas. Las vanguardias de la tradición, impartida por Luis Alberto de Cuenca ayer, 13 de octubre de 2011, en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Acto organizado por la Cátedra Emilio Alarcos.   

miércoles, 12 de octubre de 2011

Don´t smoke like a chimney

Me encuentro por la red este anuncio maravilloso (como la mayoría de los anuncios cuando ha pasado el tiempo por ellos) del primer tabaco de pipa que fumé.

domingo, 9 de octubre de 2011

Conferencia de Luis Alberto de Cuenca



Collige, virgo, rosas. Las vanguardias de la tradición es el título de la conferencia que el escritor y académico de la Real Academia de Historia Luis Alberto de Cuenca, impartirá el próximo día 13 de octubre en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo (c/ San Francisco, 1. Oviedo)Lo presenta José Luis García Martín, escritor y profesor de literatura de la Universidad de Oviedo.

• Jueves, 13 de octubre de 2011
• 20.00 horas
• Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo
• Organiza Cátedra Emilio Alarcos

miércoles, 5 de octubre de 2011

Entrega de los XII Premios de la Crítica y VI Premio de las Letras de Asturias

Mañana jueves, 6 de octubre, a las 20:00 horas en el Hotel Regente (c/ Jovellanos, nº 31, Oviedo), tendrá lugar la entrega de los XII Premios de la Crítica y el VI Premio de las Letras Asturianas.



martes, 4 de octubre de 2011

Recital de Xandru Fernández

Este jueves, 6 de octubre, a las 20:00 horas,  tendrá lugar, en la Casa de Cultura de Grao, un recital poético a cargo de Xandru Fernández. El acto está enmarcado dentro de las actividades del Aula de las Metáforas.


viernes, 30 de septiembre de 2011

I Certamen de Poesía "Que rían los versos"


La Vida Rima Ediciones entregará el premio al I Certamen de Poesía “Que rían los versos”.

En el acto se presentará el libro del I Certamen poético “Que rían los versos” que ganó Helena Ortiz y en el que los finalistas fueron Agustín Calvo Galán, Eduardo Solano y Néstor Villazón. Tendrá lugar mañana, día 1 de Octubre (Sábado), a las 21.30 horas en el Badulake Club del madrileño barrio de Lavapiés (calle Salitre, número 30).

Mi enhorabuena a los premiados, especialmente a mi amigo Néstor Villazón. Ya estoy deseando leer el libro.

martes, 27 de septiembre de 2011

Tres buenos libros



Hace tiempo que no disfrutaba comprando libros en una librería de lance. Si la semana pasada abrí el apetito con la adquisición de Las confesiones de un bibliófago, de Jorge Ordaz  (además de que no me imagino un lugar más apropiado para comprar este libro), hoy he terminado de saciarme -al menos eso espero- con Punto y aparte (La Veleta), de Miguel d´Ors y con la antología Poesía inglesa del siglo veinte (Llibros del Pexe), edición de José Luis García Martín: dos libros que esperaba desde hace años que entrasen en mis anaqueles.  El precio me lo callo, no quiero propiciar envidias.



-Miguel d´Ors, Punto y aparte, Granada, Comares, col. La Veleta, 1992.
-Poesía inglesa del siglo veinte, ed. de José Luis García Martín, Gijón, Llibros del Pexe, 1993.
-Jorge Ordaz, las confesiones de un bibliófago, Madrid, Espasa-Calpe, 1989.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Presentación de La Ciudad en LLamas

Hoy a las 19:00 horas, en la librería La Buena Letra de Gijón, se presentará el programa del III Encuentro Nacional de Poesía Joven La Ciudad en Llamas.
Ver la noticia completa y la programación en el siguiente enlace: La ciudad en llamas


martes, 20 de septiembre de 2011

Un buen poema de Antón García

Termino de leer La mirada aliella, un buen libro de poemas. Ya conocía buena parte de la obra de Antón García, a destacar la novela Díes de muncho. Mucho he disfrutado leyendo esta antología: los temas y motivos son muy cercanos a mi poética. 

11  DE XINERU DE 1976
                                        Oficio de suicidas, intentar retener
                                                                                la huella de la luz en sílabas de sombra
                                                                                                       Juan Luis Panero 


Bien raru ye esti oficiu al que te garres
cola certeza del llabor inútil,
si sabes qu´un poema siempre ye
llerza, y un revólver aviáu pal xuegu
de la muerte, y una tonga proxectos
onde dexes los sueños y los años
poniendo nes palabres tol ardor
de la vida, como si elles te dieren
lo que nun tienes: esa certidumbre
que poco a poco esguila de los didos
y cai sobre los díes sin qu´importe.
Si acasu dexarás constancia d´ello
igual qu´otrora, y col mesmu esfotu
col que sientes tranquilu na terraza
d´un café mientres pasen escaecíos
la mañana, l´olvidu y bien de xente.

Un xuegu qu´imperceptible nos vacia
l´alcordanza y nos dexa repetida-
mente´l poema-borrayu de los díes.


Antón García, La mirada aliella, introducción de Araceli Iravedra, Gijón, Trea, 2011.
 

lunes, 19 de septiembre de 2011

Alertas google

Hace pocas semanas puse en funcionamiento el servicio de "alertas google", por si algún descerebrado le daba por citarme en la red. El primero en recaer en semejante honor ha sido Rodrigo Olay, último ganador del Premio Asturias Joven de Poesía por su libro Cerrar los ojos para verte. Porque ponerme al lado de dos de los mejores poetas asturianos de los últimos veinte años, como son Javier Almuzara y José Luis Piquero, es de un auténtico descerebrado; aunque se lo agradeceré eternamente.
Pueden leer la entrevista completa en el siguiente enlace: La Nueva España

martes, 13 de septiembre de 2011

Presentación de EL FUEGO Y LAS CENIZAS, de Jorge Ordaz





Mañana, Miércoles, se presentará, en el Foro Abierto de la Librería Cervantes de Oviedo, a las 19:30 horas, la última novela de Jorge Ordaz, El fuego y las cenizas. Una de las pocas novelas de este año que he leído con gusto.

Jorge Ordaz, El fuego y las cenizas, Pez de Plata, 2011.

domingo, 11 de septiembre de 2011

11-S

 Hoy es un día señalado. Lo que para muchos supone una efeméride universal, en mi caso también es familiar. Para la primera leo el homenaje que dedicó la revista Reloj de Arena en su número 30, con fotografías tomadas apenas una semana antes de la tragedia. Para la segunda no necesito leer nada: guardadas tengo en mi memoria las inmortales coplas que escribiera Jorge Manrique.



domingo, 28 de agosto de 2011

La Casa del Verso sigue siendo noticia

Ayer me quedé sorprendido con la buena acogida, por parte de la prensa asturiana, que ha tenido La Casa del Verso. Hoy se sigue escribiendo acerca del recital del viernes pasado. Podéis leerlo en el siguiente enlace:  El Comercio



lunes, 22 de agosto de 2011

Este Viernes en la Casa del Verso...


Este Viernes, 26 de agosto, en la Casa del Verso, El Toral, 30 La Manjoya (Oviedo), tendrá lugar un recital en homenaje a Ángel González. Los poetas participantes leerán tanto poemas suyos como de Ángel González. Todo ello gracias a la colaboración de Juan Gutiérrez y José Luis García Martín.

Ángel González, de viva voz

domingo, 31 de julio de 2011

La resistencia de la piedra

Mientras leo las memorias de Juan Luis Panero, encuentro la explicación a la quinta parte de mi libro La victoria en la derrota, que lleva por título "El mármol del recuerdo":

"Luego, el tiempo y la historia, algo que me ha obsesionado y que ya había descubierto en Pompeya, pero que en Egipto está aún más claro: la resistencia de la piedra frente al tiempo y la muerte. En México, muchos años después, Octavio Paz publicó en la editorial de Vuelta, vinculada a la revista del mismo nombre, una antología de mi poesía con el título de La memoria y la piedra. Es ese sentimiento el que se tiene en Roma, en Egipto o en México: el paso del tiempo y de los hombres frente a la terquedad inamovible de las piedras."

En mi caso, descubrí la resistencia de la piedra en Grecia.

Juan Luis Panero, Sin rumbo cierto. Memorias conversadas con Fernando Valls, Barcelona, Tusquets, 2000.